Aunque no lo creas
todavía sos mi musa
aún lejana y difusa
es tu magia negra
la que desde las tinieblas
continúa inspirándome.
Presente en tu ausencia
y supervisando mi soledad,
susurrándome al oído
cuando me invento un pretexto
para desencadenar en mi memoria
los más dolorosos recuerdos
de aquello que he probado
sin llegar a acostumbrarme,
pues fue un eterno primer día
donde tus ojos desafiantes
y tu piel trigueña
destilaron ebriedades,
ilusiones de futuro y
rémoras del pasado
sintiendo del presente
el constante devenir
de los esclavos del tiempo
que han cometido
la imperdonable insurrección
de soñar un mismo porvenir.
Un brebaje turbio
y una bocanada de humo
es todo lo que me queda.
También, claro, las penas,
los suspiros y la música,
mis gatos, mi familia,
mis amigos,
la hermosa ciudad
en la que vivo
y un exhaustiva
inclinación
por la
escritura.
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